martes, 31 de marzo de 2009

KIRUNA TRIP (PARTE 3). A LAS CABAÑAS.

A las 10 arriba todo el mundo. No se puede considerar un madrugón, no a menos que hayas estado jugando a las cartas hasta las mil, como era nuestro caso. El pobre Ciro, italiano él, no se enteraba de nada pero aún así accedía a jugar, no sé si por compromiso o por el mero hecho de que "quien mucho duerme poco vive y no quiero perderme nada".

Vienen a buscarnos, todo un detalle, más que nada porque no tenemos ni la más mínima idea de dónde tendremos que ir. Subimos en unas furgonetas, y directos por una carretera totalmente nevada hasta el bosque. Sin término medio, algunas llevaban unos lustros funcionando, otras tenían todo tipo de artilugios.


Allí un hombre barbudo e hijo nos explicaron cómo manejar los perros y la moto de nieve (2 tiempos por cierto, una maravilla como anda eso). Había que llevar los perros uno por uno desde las casetas especiales que los traían, así que el tio pidió ayuda. A pesar de que de todos es sabido aquello de las tres reglas básicas de la vida, a saber:

1. NUNCA te presentes voluntario para nada.
2. NUNCA seas el primero.
3. NUNCA seas el último.

Bueno, pues no trastoquemos más de una vez la ley, voluntario pero no el primero, así que me coloco y le digo que adelante, quiero un perro. Como nos explicó antes, le agarro del collar y lo llevo levantado para que solo pueda apoyar las patas traseras, así que tiene que andar a saltos. Aunque la gente piense que eso es malo, no pasa nada, tiran de un trineo con 4 o 5 personas, así que su propio peso sobre el cuello no supone NADA. Si aún así te preguntas por qué hay que llevarlo así, vuelve a leer lo que son capaces de arrastrar y ahora imagina dónde te llevaría a ti solo si le dejas apoyar las cuatro patas.

El perro-hotel-trineo.




Bueno, pues colocados los perros cada uno en su sitio, falta por colocar las personas. Hacemos grupos para ir turnando entre moto y trineo, y yo empiezo con la moto; me gustan las dos cosas pero prefiero los perros para el final que lo voy a disfrutar mucho más.

El problema es que llevas gente detrás (no es plan de tirarlos), y que te obligan a dejar mucha distancia con el de delante, así que al final no puedes correr nada. Pero bueno, ahí va un vídeo.


Por cierto menudo tiempo hacía, ¡¡qué sol!! Eso sí que es suerte...

Segunda vivienda para el verano, seguro que es más barato que un apartamento en Benidorm y encima tienes un lago en la puerta para pescar, bañarte o lo que quieras.




Bueno, vamos a los perros que esto de la moto no me motiva, no me dejan correr y el acelerador es de gatillo como en los quad, bichos que no soporto. Pero esto es otra cosa, todos los perros son juguetones y cariñosos, y es increíble la fuerza y las ganas que tienen de salir tirando. En el pie llevas un freno, que no es otra cosa que una barra grande de hierro con muescas que se clavan en la nieve. Tienes que tenerlo sujeto aunque estés parado, porque los perros no paran aunque grites, silves o te desesperes sobre el trineo.



Hay que parar. Parece que hemos llegado. Lo que vemos y sobre lo que estamos es un lago helado. Tiene unos dos metros de espesor, y aunque parezca peligroso, a partir del medio metro aproximádamente ya pueden circular incluso coches. De todas formas no hace mucha gracia mover la nieve y ver el fondo claro, sobre todo cuando cruje. Y sobre todo cuando te han dicho que si cayeras al agua las posibilidades de morir son del 99% (hipotermia). Suponiendo que puedas salir del agua, tendrías que ser capaz de encender un fuego, quitarte toda la ropa y rezar todo lo que sepas. Es decir, muerte segura. Pero mejor tomárselo a broma, o ellos nos lo enseñaron así, jeje.


Y bueno, para quien no crea que esto es un lago, como muestra un botón. Mirad lo que nos encontramos por allí a la deriva. ¿Debe estar bien en verano no?


Bueno, pues a las cabañas. Ahora sí que sí. Empieza a hacer fresquito (-10º de nada), no hemos comido y por lo que parece las cabañas no son precisamente acogedoras. No hay agua, no hay calefacción, la luz se limita a un flexo y de baños ni hablamos claro. Madre mía, ¡si lo único para calentarse que hay es una chimenea!. Bah, tampoco es para tanto, sois unos flojos. Total esta noche se esperan nada más que -32ºC...

Ésta era la puerta de nuestra "acogedora" morada.

Nos llaman con un grito. Hay que ir a por agua y cortar leña para la noche. Antes de que pudiéramos encontrar la gracia a la broma, estábamos sacando de un agujero en el lago cubos de agua. Eso sí, buenísima (que ya puede estarlo, sólo faltaba).


Pues nada, a comer que el estómago ya hace eco. Hay una choza con barbacoa en medio, nos dan una especie de carne en barra, patatas ali oli (sí, no lo entiendo), puré de patata y ketchup. Las dos últimas cosas eran las únicas medianamente comestibles, ya que la carne ni hablamos, y la salsa ali oli tenía trocitos de hielo (vamos que estaba "del tiempo").

Cuando estamos ya a -20º y son las 6 de la tarde, tengo un poquito de frío, y empiezo a pensar si volveré a tener sensibilidad en mis pies alguna vez o simplemente tendrán que amputarme algún dedo, es normal que las reuniones se hagan en torno a la chimenea. Estaba más cotizado el taburete que un piso en la castellana.


Anda vamos a jugar a algo y al menos nuestro cerebro no piensa en frío y hielo, y así llegará antes la hora de la cena. Algunos utilizan alcohol a modo de mendigos, creyendo que así se calentarán. Pobres ilusos...

Pues mira ha hecho efecto, ya toca cenar. Ahora nos han prometido un plato caliente, una especie de estofado con carne de reno, pasta y verduras, qué ganas!! Y además en esa cabaña no hace frío, que para eso es la del dueño claro.


Bueno pues terminamos la cena y a las cabañas otra vez. Aderezados con el aroma del humo que suelta la chimenea y del día junto a perros, cansancio y frío sin ducharnos, aguantamos cada uno lo que buenamente podemos, y cuando entre el sueño a la cama, que mañana hay que recorrerse todo esto, ver el río y disfrutar de los paisajes, que hoy no ha habido casi tiempo.

Continúa en parte 4!

lunes, 23 de marzo de 2009

KIRUNA TRIP (PARTE2).

Nos despiertan pronto, a pesar de ser el día libre, y es que en este hotel a las 9 a.m. tenemos que dejar la habitación. Pues nada, cambiamos de hotel. El único problema es volver a llevar todas las maletas a la otra punta de la ciudad pero, ¿quién dijo miedo teniendo carros?

Además aprovechamos para hacer algunas fotos.

Curiosidades, como conectar el coche cuando está parado para mantener baterías y demás a temperatura adecuada. También los focos, aquí todos lo llevan para ver en caso de ventiscas ya sea día o noche.

Bueno, pues ya estamos en el nuevo hotel. La verdad que las habitaciones eran una maravilla, de 4 personas con su baño y cocina, bien para nosotros que ahorramos una pasta en desayunar y cenar, más teniendo en frente el supermercado (ICA).




Dejamos los trastos, hacemos las camas y no paramos. ¡¡¡¡Rumbo a la mina!!!!

Es la más grande y moderna del mundo, en concreto 4 km de longitud y 2km en vertical, es decir hacia abajo. La ciudad entera gira alrededor de esta mina, y esto es literal. Tan literal como que en 2004 se tuvo que trasladar el centro de la ciudad por miedo a movimientos en la tierra, y seguramente, a medida que vaya creciendo la zona de extracción, deberá moverse de nuevo.

Si lo que esperas es encontrarte con operarios y su casco trabajando a golpe de pico y pala, olvídate. Aquí todo se controla de forma remota, así que hace años que cambiaron el pico por la pantalla del ordenador. Unas máquinas con percutores y taladros inmensos perforan las paredes, haciendo que todo el material caiga sobre otras máquinas transportadoras (contenedores gigantes), los cuales transportan todo hacia la zona donde posteriormente se tratará.

Aquí vemos una de las percutoras.


Antiguamente cuando la gente trabajaba de verdad (no como ahora), llegaron incluso a vivir dentro durante la semana de trabajo. Una especie de museo enseñaba todo, las casas, los coches, los teléfonos de comunicación interna, los típicos vagones, etc. Incluso el tren que recorría la galería de túneles.

No pudimos resistirnos a hacer esta foto...


La verdad que la experiencia es única, y eso que nosotros sólo bajamos hasta los 540 m (que no está nada mal). Se entra a través de una cadena de carreteras (sí, no es coña), en nuestro caso en autobús, y la verdad que al principio si te paras a pensarlo es bastante claustrofóbico, porque ves que el autobús va hacia abajo sin parar, hacia un túnel donde la única luz es la de tus faros. Pero merece la pena totalmente, y al final hasta te dan un café y pastas, todo por el "módico precio" de 180 coronas (16 euros).

Así que lo dicho, si vais a kiruna, además del típico trineo de perros y moto de nieve (del que hablaré en la parte 3), echad un rato en ver la mina, que merece y mucho la pena.

¡Os dejo con unas cuantas fotos artísticas para terminar!


Bueno no, no termino todavía que esto está tomando un tono demasiado serio. Vamos a bajar el nivel intelectual un poquito. ¡Cómo nos lo pasamos!


sábado, 21 de marzo de 2009

KIRUNA TRIP (PARTE 1). LET´S GET STARTED

Y es que a esto hemos venido señores. Kiruna, por encima del círculo polar ártico, debe hacer fresquito por allí, ¿no? Tenemos que coger un avión, ya que aunque sea estrecho, Suecia es increíblemente largo, y la distancia desde Estocolmo es de 1.237 kms dirección norte, que no está nada mal. Comprándolo con SAS (aerolíneas suecas) unos 100 €, y viene tardando su horita y media. Eso sí, si no eres muy amigo de los aviones (me incluyo), prepárate para aterrizar en nieve, la pista de allí está literalmente congelada. Al despegar incluso enchufan las alas con agua caliente a presión desde un camión para evitar el congelamiento (cosa que no da precisamente buen rollo cuando te dispones a despegar).


No te creas que no tenía frío en esa foto, que ya teníamos nuestros -15 graditos de nada. Aquí lo que no hay son autobuses, sí o sí a coger un taxi. Hay unos teléfonos en el aeropuerto por los que llamas (en inglés claro) y pides el taxi que necesites. Si miras los vuelos, todos van a Londres o Estocolmo, luego explicaré el porqué.

Esperando el taxi.


Llegamos al hotel, el típico de aquí con cocina compartida y sauna. Como hay que dar el cante, que para eso somos Españoles, las maletas no van arrastrando por la nieve; ¿para qué?, habiendo carros de la compra, es tontería...


Pues venga, funcionando. Vamos a comprar la cena, nos preparamos aunque sea un pollo con pimientos y nos vamos a dar un paseo a revolcarnos por la nieve para terminar con una buena sauna.
El carro delante para que no se espante...

Aquí podemos ver a Antonio y Roberto de pinches (con cerveza siempre), mientras Esmeralda hace las labores de cocinero jefe.

Y con el buche lleno, a rebozarse por la nieve, y ya de paso andamos un poco hasta la pista de esquí, que dicen que se puede ver la aurora boreal. Según andábamos haciendo el ganso por todos lados, nos encontramos con unos alemanes que venían de lo alto de la pista de esquí.



Que subiéramos decían los cachondos, jeje, ¿pero tú sabes lo alto que es eso? Ponle 250 m con un desnivel de pared y todo nieve claro. Pero claro, como de pararse a pensar las cosas no vamos muy sobrados, para arriba que te crió.

¡¡¡¡En qué hora!!!! El angliru, el tourmalet... ¡tontería al lado de esto! Recién cenaditos y a -15º, condiciones idóneas para subir hasta arriba. Mi braga congelada por el aire que suelto al respirar, y nuestra cara de estar a punto de echar el bofe, lo dice todo.


Para el arrastre...

Y claro, de aurora boreal ni hablamos, a quién se le ocurre. Al menos había buenas vistas de la ciudad y la mina de noche. La mina es como un transatlántico gigante que cruza la ciudad, impresionante aunque en la foto no se aprecie demasiado.

Anda tirad para abajo que después de subir sudando, ¡¡¡vamos a coger una pulmonía hasta en el carné de identidad!!! Y para destrozar los únicos pantalones de nieve que tenemos, ¿qué mejor que tirarnos de culo hasta abajo? Casi una hora subir, cinco minutos bajar, ¡así sí!

Anda vamos a la sauna, que va a venir de lujo con el fresquito que traemos en el cuerpo. Cómo imaginar que a la llegada contaríamos con un cameo de lujo: ¡spiderman! Aquí le vemos salvando a la plebe de los malvados perturbadores. Sé que debería mantenerle en el anonimato, pero no he resistido la tentación de que hiciera el ridículo ante el mayor número de personas posibles, que para eso es mi compañero de piso y bastante le aguanto todos los días.

Con ustedes... ¡el único y el verdadero!

Sin comentarios, jaja. Vamos a la sauna que ya hemos hecho el payaso bastante por hoy. Pega que no veas, estos cambios de temperatura dirán que son buenos, pero mi cuerpo no opina lo mismo, vaya tela como me deja hecho un cromo.

En fin, a dormir que mañana será otro día, y toca ver la mina de hierro, la más grande del mundo. Solo dejaros con la foto de la pista a la que subimos. Como siempre en las fotos no se aprecia lo que es realmente, pero os garantizo que viéndola de día, sólo se te viene a la mente cómo hemos sido capaces de sacar una ingeniería teniendo siempre estas ideas de bombero. Al menos ya tenemos una cosa más que contar.

Continuará...