

No te creas que no tenía frío en esa foto, que ya teníamos nuestros -15 graditos de nada. Aquí lo que no hay son autobuses, sí o sí a coger un taxi. Hay unos teléfonos en el aeropuerto por los que llamas (en inglés claro) y pides el taxi que necesites. Si miras los vuelos, todos van a Londres o Estocolmo, luego explicaré el porqué.
Esperando el taxi.


Llegamos al hotel, el típico de aquí con cocina compartida y sauna. Como hay que dar el cante, que para eso somos Españoles, las maletas no van arrastrando por la nieve; ¿para qué?, habiendo carros de la compra, es tontería...




Pues venga, funcionando. Vamos a comprar la cena, nos preparamos aunque sea un pollo con pimientos y nos vamos a dar un paseo a revolcarnos por la nieve para terminar con una buena sauna.El carro delante para que no se espante...
Aquí podemos ver a Antonio y Roberto de pinches (con cerveza siempre), mientras Esmeralda hace las labores de cocinero jefe.Que subiéramos decían los cachondos, jeje, ¿pero tú sabes lo alto que es eso? Ponle 250 m con un desnivel de pared y todo nieve claro. Pero claro, como de pararse a pensar las cosas no vamos muy sobrados, para arriba que te crió.
¡¡¡¡En qué hora!!!! El angliru, el tourmalet... ¡tontería al lado de esto! Recién cenaditos y a -15º, condiciones idóneas para subir hasta arriba. Mi braga congelada por el aire que suelto al respirar, y nuestra cara de estar a punto de echar el bofe, lo dice todo.

Para el arrastre...
Y claro, de aurora boreal ni hablamos, a quién se le ocurre. Al menos había buenas vistas de la ciudad y la mina de noche. La mina es como un transatlántico gigante que cruza la ciudad, impresionante aunque en la foto no se aprecie demasiado.
Anda tirad para abajo que después de subir sudando, ¡¡¡vamos a coger una pulmonía hasta en el carné de identidad!!! Y para destrozar los únicos pantalones de nieve que tenemos, ¿qué mejor que tirarnos de culo hasta abajo? Casi una hora subir, cinco minutos bajar, ¡así sí!Anda vamos a la sauna, que va a venir de lujo con el fresquito que traemos en el cuerpo. Cómo imaginar que a la llegada contaríamos con un cameo de lujo: ¡spiderman! Aquí le vemos salvando a la plebe de los malvados perturbadores. Sé que debería mantenerle en el anonimato, pero no he resistido la tentación de que hiciera el ridículo ante el mayor número de personas posibles, que para eso es mi compañero de piso y bastante le aguanto todos los días.
Con ustedes... ¡el único y el verdadero!

Sin comentarios, jaja. Vamos a la sauna que ya hemos hecho el payaso bastante por hoy. Pega que no veas, estos cambios de temperatura dirán que son buenos, pero mi cuerpo no opina lo mismo, vaya tela como me deja hecho un cromo.
En fin, a dormir que mañana será otro día, y toca ver la mina de hierro, la más grande del mundo. Solo dejaros con la foto de la pista a la que subimos. Como siempre en las fotos no se aprecia lo que es realmente, pero os garantizo que viéndola de día, sólo se te viene a la mente cómo hemos sido capaces de sacar una ingeniería teniendo siempre estas ideas de bombero. Al menos ya tenemos una cosa más que contar.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario